Dicen que el sueño es nuestro mejor transbordador para un viaje y que el sólo hecho de imaginar una situación deseada, puede llevarnos a conseguir que esta se materialice en un futuro, ya que su visualización posee un poder tan grande, que puede lograr que las cosas que ahora no nos llenan, se transformen, o tal vez que cambien estas situaciones adversas, que nos tienen actualmente prisioneros.
El problema puede surgir, cuando alguien quiera alcanzar propósitos desmesurados, de los que no podrá llegar a beneficiarse jamás y no esté preparado para tramitar su desilusión, porque entonces, puede sentirse un tanto resentido con el mundo, por no habérselos regalado y también consigo mismo, por no haber sido capaz de conseguirlos.
Por tanto creo que nunca debemos dejar de soñar en cosas bellas, provechosas, agradables, satisfactorias y hermosas; pero conviene que sean cosas accesibles y sobretodo que al soñar, no perdamos en ningún momento totalmente de vista, nuestro horizonte…
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