Hay ocasiones en nuestra vida que por lo inesperadas, son únicas e irrepetibles.
No es que sólo sean intervalos agradables de tiempo compartidos con otros seres humanos, son mucho más que esto; son instantes encantados, mágicos y hechizados, donde la esencia de los mortales, emerge a raíz de piel y los sentimientos convergen y se funden con otros en un mismo vínculo y espacio.
Estos momentos los guardo almacenados en el sótano de mi alma, cual tesoro egoístamente oculto y doy las gracias a los que me han dejado compartirlos y me han enriquecido con estas experiencias que ya forman parte de mi historia…
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