Posted by on Mar 18, 2014 in Autoestima, Cuentos | 0 comments

Hace bastantes años, en un pequeño pueblecito vivía un niño muy inquieto y de carácter abierto que tenía muchos amigos.

Debido a lo nerviosos que era, con frecuencia se accidentaba, y era raro no verlo a menudo, con alguna mano, brazo o pierna escayolados.

Un día llegó al pueblo una familia de raza negra y, como los habitantes de aquel lugar no estaban acostumbrados a ellos, todos los miraban con cierto recelo.

Tenían un hijo de edad similar que empezó a ir al mismo colegio. Allí todos los otros alumnos lo dejaban de lado y no jugaban con él, pues como a menudo habían oído comentarios racistas en sus casa, ellos actuaban de igual forma.

Un día el chico tremendo de nuestra historia se subió a un árbol, después de haber hecho una apuesta con sus compañeros. Era alto, grueso y frondoso. Cuando estaba ya casi en lo alto patinó precipitándose desde gran altura contra el suelo.

Entonces…