Hace bastantes años, en un pequeño pueblecito vivía un niño muy inquieto y de carácter abierto que tenía muchos amigos.
Debido a lo nerviosos que era, con frecuencia se accidentaba, y era raro no verlo a menudo, con alguna mano, brazo o pierna escayolados.
Un día llegó al pueblo una familia de raza negra y, como los habitantes de aquel lugar no estaban acostumbrados a ellos, todos los miraban con cierto recelo.
Tenían un hijo de edad similar que empezó a ir al mismo colegio. Allí todos los otros alumnos lo dejaban de lado y no jugaban con él, pues como a menudo habían oído comentarios racistas en sus casa, ellos actuaban de igual forma.
Un día el chico tremendo de nuestra historia se subió a un árbol, después de haber hecho una apuesta con sus compañeros. Era alto, grueso y frondoso. Cuando estaba ya casi en lo alto patinó precipitándose desde gran altura contra el suelo.
Entonces…
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