A veces la vida nos sorprende con veladas únicas e irrepetibles, formadas por una especie de legiones humanas con diferentes identidades, pero con un único sentimiento artístico y una especie de vibración luminosa que contagia.
Estos artistas con su arte logran formar un circulo de alegría y felicidad a su alrededor, que se extiende en torno al verdadero talento, emocionando a todos los que han sido elegidos para estar allí , consiguiendo también; que se hallen hechizados y sujetos, bajo los efectos de una especie de encantamiento y bajo la misma sintonía espiritual, logrando al mismo tiempo tejer en su entorno, un tapiz de relaciones extraordinarias.
En ocasiones la felicidad del hombre, se compone también de estos imprevisibles encuentros y se alimenta, de estos pequeños puntos de locura…
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