En un circo muy grande con muchos animales vivía un gracioso payasito que divertía mucho a los niños.
Tenía una enorme nariz roja y la cara pintada de blanco con una enorme sonrisa dibujada.
Un día al vestirse para empezar su actuación, se dio cuenta de que había perdido la sonrisa.
Angustiado la estuvo buscando por todas partes, pero no lograba encontrarla.
Entonces se puso muy enfermo. No tenía ganas de trabajar, hablar ni tan sólo comer.
Pero un día…
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