La vida se asemeja a un circuito. (Creo que podemos llegar a la conclusión de que esta metáfora es una de las que se más se aproxima a los ciclos de la vida).
En nuestro recorrido encontraremos compañeros de viaje que andarán con nosotros hasta el final del trayecto.
También a otros que iremos dejando a lo largo de nuestro itinerario, con una distancia que conducirá irremediablemente hacia el olvido.
Pero inesperadamente y en otras ocasiones, retornarán a nuestro sendero algunos que por diversos motivos, se quedaron anclados en el pasado, y que a pesar de distancias, páginas rasgadas de almanaque o tal vez sólo, porque el destino ha considerado propicio rescatarlos, e incorporarlos nuevamente a nuestro océano de sentimientos, volverán de nuevo a pasear por nuestro circuito…
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